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FOMECA derogó los fondos de fomento para medios comunitarios.

Argentina, como otros países de Latinoamérica, ha desarrollado una historia en términos de comunicación, concentrada en su capital y alrededores con una visión generalista, masiva y comercial.
La Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual sancionada en 2009, por primera vez en la historia de la radiodifusión del país, reconoció legalmente a los medios sin fines de lucro como prestadores de servicios audiovisuales. Esto definió un escenario inédito para la radiodifusión comunitaria en el país.
Se definen a las emisoras comunitarias como  actores privados independientes, no gubernamentales, con finalidad social, gestionadas por organizaciones sociales sin fines de lucro, caracterizadas por la participación de la comunidad tanto en la propiedad del medio como en programación, administración, operación, financiamiento y evaluación.
Los medios del sector social-comunitario son, desde mediados del siglo XX, una parte esencial del sistema mediático en todos los países de América Latina, en gran medida, porque han acompañado a los movimientos sociales en las críticas condiciones económicas y políticas que atravesaron sus campesinos, pueblos originarios y sectores populares urbanos.
Se desarrollaron también en base a la desconfianza de organizaciones de la sociedad civil con respecto a los Estados.
Pero inevitablemente la cuestión económica ha constituido otra de las principales debilidades históricas del sector debido a su carácter no comercial  de organización sin fines de lucro.
Para paliar en parte esta situación, la misma Ley de SCA, desde 2012 se implementa el Fondo de Fomento Concursable para Medios de comunicación Audiovisual (FOMECA) que fue  ampliando sus líneas de financiamiento según las demandas del sector: equipamiento técnico, infraestructura física y tecnológica, producción radiofónica y audiovisual, gestión de medios comunitarios, apoyo a redes de medios comunitarios y emergencias a emisoras.
Este escenario realmente  fue significativo para el desarrollo de los medios comunitarios en todo el país.
Pero en estos días mediante la Resolución 1803/18, el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) derogó los Fondos de Fomento Concursables (FOMECA) correspondientes al año 2017, sin demasiadas explicaciones y a tres días del cierre de los concursos.
Encima los medios comunitarios se enteraron por la publicación en el Boletín Oficial y manifestaron su descontento y preocupación por lo arbitrario  y plantean cuestiones de maltrato y provocación, justo en un momento en que el gobierno apura medidas para que el sector comercial tenga mayores posibilidades de concentración.
Estos fondos se abastecen mediante el pago del impuesto a los servicios de comunicación audiovisual, el cual se abona mes a mes, donde un porcentaje se destina a los FOMECA.
La  televisión comunitaria nace como una solución hacia su interior que se dan las comunidades para responder a un vacío de comunicación que ahoga las voces locales.
La televisión comunitaria no pretende imponerse en gran escala, ni tampoco establecer una prédica unilateral.
Pero este ahogo financiero que plantea la ENACOM,  nos obliga a  considerar la sostenibilidad y el crecimiento de estos medios no sólo en su dimensión económica, sino también en la institucional, la de la producción temática y estética, y de su inserción social y territorial.
Todas estas dimensiones  en conjunto definen el particular proyecto comunicativo de cada medio y abonan a la democratización de los medios y al inalienable derecho que tienen todos los miembros de la comunidad a la información y la comunicación.

 

Contacto: Claudio.Alvarez@UAI.edu.ar